Fundada en el siglo XIII, Lanestosa es una de las villas más antiguas de Bizkaia y un auténtico viaje al pasado. Su estratégica ubicación, entre montañas y antiguos caminos comerciales, hizo de este diminuto pueblo un enclave clave en la historia vasca. Hoy, su casco histórico medieval, sus calles empedradas, con casonas de balcones de madera y plazas porticadas, se conserva prácticamente intacto. Entre los imprescindibles, destacan:

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• La iglesia de San Pedro, del siglo XVI, joya renacentista en pleno centro.

• El Palacio Colina, elegante construcción barroca que albergó a nobles y viajeros ilustres.

• El horno calero, testimonio del pasado industrial del pueblo, donde se elaboraba cal desde la piedra caliza.

• El puente viejo, que unía Laredo con Burgos y aún guarda ecos de antiguos comerciantes y viajeros.​

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En agosto, Lanestosa cobra vida con sus fiestas tradicionales, como la emblemática Danza de los Arcos Floridos (5 de agosto) y la popular celebración de San Roque (16 de agosto), que llenan la villa de música y tradición.