Alfonso X, el Sabio, fue el fundador de la villa de Artziniega. Su zona urbana fue protegida con murallas y torres defensivas y hoy en día todavía puedes contemplar restos de estos muros y recorrer uno de los cascos históricos medievales mejor conservados del interior de Euskadi. 

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Ubicado en promontorio, al casco antiguo, mantiene el característico trazado de calles paralelas: la de Arriba, la del Medio y la de Abajo, comunicadas entre sí mediante cantones  y declarado Conjunto Monumental Histórico-Artístico en 1995.

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La villa fue un relevante centro comercial durante la Edad Media y un total de 46 escudos de linajes diferentes y casas de villa, torres residenciales, palacios, la fragua... son testigos fieles de ello.

Destacan la Torre de Artziniega, un bello palacete renacentista con una monumental puerta clasicista y el Convento de las Madres Agustinas y el Ayuntamiento Viejo, del siglo XIX.

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En 10 minutos andando puedes llegar al impresionante Santuario de Nuestra Señora de la Encina, declarado monumento histórico-artístico. 

Tampoco te pierdas el Museo Etnográfico que se compone de 17 salas que acogen exposiciones que recrean los modos de vida rural y urbano de los habitantes de la comarca. ¡Te encantará!