ARAMAIO




El valle de Aramaio, conocido como la pequeña Suiza Vasca, se despliega entre las verdes praderas y los bosques de robles y hayas que abrazan las crestas de la Sierra de Arangio. Sus montañas, ríos y valles le confieren un paisaje único que invita a la calma, a la contemplación y a perderse entre la naturaleza más auténtica de Euskadi.
El núcleo principal, Ibarra, junto con los barrios de Untzilla, Azkoaga, Oleta (concejo), Gantzaga, Uribarri, Barajuen, Zabola y Arraga, mantiene viva la arquitectura tradicional vasca: caseríos de piedra, ermitas históricas y caminos que conectan los distintos barrios. Cada rincón del valle refleja la vida ligada a la tierra, la ganadería, la artesanía y los bosques que lo rodean. Una curiosidad es que el valle alberga más de 25 ermitas repartidas por toda su geografía, muchas de ellas visitables a pie, formando auténticas rutas de devoción y tradición rural.
En Oleta, se encuentra la Quesería Atxeta, donde Maider Unda (medallista olímpica) elabora queso de oveja Latxa con denominación de origen Idiazábal siguiendo métodos tradicionales. También en este pueblo se encuentra el Parque de Aventuras Hontza Extrem, con tirolinas, puentes colgantes y circuitos entre los árboles, ideal para familias y amantes de la aventura. Y muy cerquita de ambos, en Atxineta, se producen zumo y mermelada de arándanos ecológicos, una delicia local que refleja la riqueza del valle.
Desde Oleta hasta Ibarra, se puede disfrutar de un paisaje de postal con una panorámica espectacular del valle y sus montañas. La Sidrería Iturrieta, en Arraga, ofrece sidra ecológica de producción propia y platos tradicionales, un espacio perfecto para sumergirse en la gastronomía local y la vida rural al grito de “Txotx!”, como marca la tradición vasca. En Euskadi, la sidra no es solo una bebida, sino una experiencia social: las sidrerías abren en temporada para probar la sidra directamente de la kupela (barrica), acompañada de menús típicos de tortilla de bacalao, chuletón y queso Idiazábal, compartiendo con personas queridas.
Desde las laderas del Orixol hasta el curso del río Aramaio, el valle se despliega como un mosaico de verdes y montes, un paraíso para el senderismo y la autenticidad rural. Su historia, sus gentes, su paisaje y sus sabores hacen de Aramaio un destino ideal para reconectar con la esencia de Euskadi, vivir experiencias auténticas y disfrutar de la tranquilidad de un valle que ha sabido conservar sus raíces y su identidad.