Hay varios niveles de dificultad, por eso siempre es diferente: 

 

• Caminar: Se recomienda caminar fuera del curso de agua. En primer lugar para evitar un excesivo desgaste físico y en segundo lugar para proteger la fauna y flora existente en el curso de agua.

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• Destrepar: descenso de zonas más o menos escarpadas, empleando pies y manos, no llegando a ser totalmente verticales o resaltos de pequeña envergadura en los que no es necesario el uso de cuerda y no es posible saltar.

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• Trepar o escalar: a pesar de que en el descenso de barrancos lo más común es descender, en ocasiones es necesario realizar pequeñas trepadas para continuar con el avance o para acceder a zonas desde las que continuar el descenso.

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• Pasamanos: Progresión en horizontal ayudado por cuerda a lo largo de una pared vertical para evitar un obstáculo que de otra forma sería difícilmente salvable. 

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• Rápel: técnica de progresión más común, consistente en descender una pared vertical ayudado de una cuerda y un descensor anclado al arnés del deportista.

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• Natación: en las zonas en las que exista un mínimo de profundidad de agua para nadar en lugar de caminar.

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• Tobogán: descenso en libre, sin el uso de cuerda, por una rampa de piedra pulida por el agua hasta alcanzar una badina con agua. Es recomendable realizar el tobogán completamente tumbado para evitar lesiones.

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• Saltos: en las zonas que lo permiten las condiciones del cauce. Salvar el desnivel mediante un salto a una poza con agua. 

Estamos seguros de que si lo pruebas se convertirá en una de tus actividades favoritas. ¡Anímate!