Si eres de los que disfrutan explorando la historia y las tradiciones, no te puedes perder el Museo Salino. Situado en las instalaciones históricas utilizadas durante siglos para la producción de sal, este museo se encuentra a tan solo 250 metros del casco urbano y en el camino hacia el Santuario de Dorleta.

​

La actividad en torno a su manantial constituyó durante siglos "la sal de la vida" del municipio, propiciando su nacimiento e incluso dándole su nombre. A diferencia de otros pueblos salineros, el frío y húmedo clima de la villa no permitía la explotación salina por evaporación solar. En su lugar, se utilizaba un minucioso proceso de calentamiento del agua con fuego de leña.

​

El llamado "oro blanco" ha sido un bien económico muy preciado, debido a sus propiedades esenciales para la nutrición humana y animal, así como por su uso en la conservación de alimentos. Hoy en día, se le reconocen más de 14.000 aplicaciones directas o indirectas.

​

En este espacio, se recrea la historia de la evolución de la explotación salina, rehabilitado para mostrar los distintos métodos utilizados desde la Edad de Hierro hasta 1972, año en que la explotación salina cerró debido a la fuerte competencia de la sal marina.

​

Para los más jóvenes, es un viaje a una época donde la sal era un recurso vital, ofreciendo una experiencia educativa que les permitirá apreciar la importancia de este mineral a lo largo de la historia.

​

Para los adultos, es una oportunidad de revivir el pasado, comprender los desafíos y técnicas de la producción de sal, y admirar los ingeniosos métodos utilizados por nuestros antepasados. ¡Una visita que te recomendamos hacer sin dudarlo!

El museo cuenta con varias áreas permanentes que muestran la historia y los procesos de la salina. Infórmate de las exposiciones y eventos antes de visitar el museo. ¡Quizá encuentres algo que despierte tu curiosidad!