Como cada invierno después de más de 20 años, el escultor Xabier Santxotena y Teresa Lafragua, directora del museo Santxotena, hacen sitio para dar paso a su tradicional exposición de belenes del mundo. Piezas originales agrupadas en más de 2000 belenes muestran las peculiaridades de distintos puntos de los 5 continentes. Esta exhibición quedó inaugurada en noviembre mostrando sus obras más peculiares, hasta inicio de febrero y cerrando así un nuevo ciclo de creatividad y cultura en torno al concepto de la Navidad como universalidad.
Cada año, autores alfareros de distintas comunidades se embarcan en este proyecto donde, junto a las ideas de Xabier y Teresa, dan vida a un nuevo belén presentando los misterios únicos, costumbres u oficios de su región. ¿El objetivo? que el visitante pueda sentirse identificado con cada uno de los detalles del resultado del trabajo.
Esta idea tiene, además, el propósito de fomentar la antigua labor pero cada vez más extinta y variada de los artesanos. La exposición se compone de encargos exclusivos donde los creadores dan forma a una idea a través de materiales, colores y formas que potencian la personalidad típica de cada comunidad.
Desde temas culturales, sociales, personajes mitológicos o los belenes más tradicionales, todos tienen cabida en este espacio.
Ediciones especiales
Después de 9 inviernos, la exposición continúa reservando un lugar para los belenes más singulares.
Desde México hasta Perú pasando por Colombia e incluso países como Portugal, Rusia o el continente africano, han sido objeto de todas las miradas en las últimas ediciones. Objetos tradicionales, materiales específicos, vestimentas y colores plasman y dan vida a las acciones y costumbres más representativas del territorio, logrando con cada detalle recrear la identidad de culturas muy diferentes entre sí bajo una misma idea: la Navidad.
Pero como se dice, no es necesario ir muy lejos para encontrar los lugares más especiales y es que en el museo Santxotena, se cuida lo de casa. Tanto es así, que uno de los belenes más particulares de la presentación, ubicado en el acceso al museo, recuerda el misterio de la villa de Artziniega. Mediante 3 composiciones diferentes, este belén muestra el nacimiento con personajes del Santuario de la Encina, un mercado en el casco medieval frente a las tres famosas torres de la localidad y una representación del mundo rural. Compuesto por piezas de más de 100 años, se convierte en una oda a la tradición de esta provincia alavesa.
Un trabajo de muchos años que continúa uniendo las labores de escultores y alfareros de distintos puntos del mapa para dar vida a originales piezas que encarnan las costumbres más tradicionales de lugares de todos los continentes.
_edited.png){kind=small}